Si bien en el recinto del Castillo de Praga la gran atracción turística es la Catedral de St Vitus, junto con algún otro bello rincón, como el Callejón de Oro o los jardines desde cuyos miradores tendrás bellas vistas panorámicas de la ciudad, hay otros monumentos que también merecerán la atención durante tu visita.
A este respecto, destacaría la Basílica de San Jorge y el adjunto monasterio de San Jorge. Debes saber que estarás ante el edificio religioso más antiguo del Castillo de Praga, y ante el monasterio más antiguo de toda la República Checa.
La Basílica de San Jorge fué construida en el año 920, pero tras la posterior construcción del monasterio de las monjas benedictinas en el año 973, la basílica fué ampliada y remodelada. Un devastador fuego en el año 1142 obligó a una nueva y total reconstrucción.
Es por entonces cuando adquirió el estilo arquitectónico románico que mantiene en la actualidad, con su nave principal y sus dos torres.
Por su parte, el Monasterio de San Jorge fue remodelado con posterioridad en estilo barroco, y el resultado es un edificio que te va a ser fácil reconocer por su llamativa fachada de color rojo que propicie que se trate de uno de los monumentos más destacados del recinto interior del Castillo de Praga.
Cuando visites la Basilica de San Jorge constatarás su muy austero interior, característicos de edificios románicos. En el mismo, el rincón más destacado es la denominada capilla de St Ludmila.
En cuanto al Monasterio de San Jorge, actualmente alberga una colección de arte bohemio del siglo XIX que forma parte de la Galería Nacional de Praga.
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